Alan Turing, el genio.

Alan Turing, el genio.

Alan Turing fue un destacado matemático, lógico, informático y criptógrafo británico, nacido el 23 de junio de 1912 en Londres, Inglaterra, y fallecido el 7 de junio de 1954 en Wilmslow, Cheshire, Reino Unido. Turing es ampliamente reconocido como uno de los padres de la informática moderna y como un héroe de la Segunda Guerra Mundial por su contribución al desciframiento de códigos enigma utilizados por las fuerzas alemanas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Turing trabajó para el Gobierno británico en Bletchley Park, donde lideró un equipo de criptógrafos para descifrar los códigos enigma utilizados por la Alemania nazi. Sus contribuciones en la creación de la «Bomba», una máquina electromecánica utilizada para descifrar los mensajes enemigos cifrados, fueron fundamentales para la victoria de los Aliados en numerosas batallas, especialmente en el Atlántico Norte.

Después de la guerra, Turing continuó sus investigaciones en el campo de la informática y la inteligencia artificial. En 1950, propuso el «Test de Turing», un método para evaluar la inteligencia de una máquina, que se ha convertido en un concepto fundamental en el campo de la inteligencia artificial.

Trágicamente, la vida de Turing estuvo marcada por la persecución y la discriminación debido a su homosexualidad, que en ese momento era ilegal en el Reino Unido. En 1952, fue procesado por «actos homosexuales indecentes» y condenado a someterse a un tratamiento hormonal conocido como castración química. Esta persecución tuvo graves consecuencias para su salud física y mental.

Alan Turing falleció en 1954 a la edad de 41 años, en lo que se clasificó oficialmente como un suicidio por envenenamiento con cianuro. A lo largo de las décadas siguientes, su contribución a la informática y su heroísmo durante la guerra fueron cada vez más reconocidos y celebrados. En 2009, el entonces Primer Ministro británico, Gordon Brown, emitió una disculpa oficial en nombre del gobierno británico por el tratamiento injusto que Turing recibió debido a su orientación sexual.

En 2013, Turing recibió un perdón real póstumo de la Reina Isabel II. Su legado continúa siendo una inspiración para generaciones de científicos, matemáticos y activistas por los derechos LGBTQ+, y su vida y obra son recordadas como un testimonio de la importancia de la diversidad y la inclusión en la ciencia y la sociedad.